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martes, 18 de marzo de 2008

Los equipos de Diego Maradona y Evo Morales “golearon” ayer en la altura paceña


La Prensa

Un zurdazo de Diego Armando Maradona convirtiendo el séptimo gol argentino y el tercero de su cuenta personal sirvió para cerrar con broche de oro un inolvidable partido de fútbol ayer en Miraflores, que el público disfrutó viendo sobre el terreno de juego a toda una leyenda del fútbol mundial, acompañado por personalidades como el Presidente Evo Morales y ex futbolistas argentinos y bolivianos, entre éstos sobre todo los mundialistas de 1994 encabezados por Marco Antonio Etcheverry.

Tras convertir a los 28 minutos del segundo tiempo como en sus mejores tiempos, poniendo en la pizarra el score final de 4-7 a favor de los visitantes, Maradona corrió hacia un costado a celebrar, se arrodilló sobre el césped y levantó los brazos hacia el cielo. No se trataba de ningún gol que valiera la obtención de un título mundial -como el que ganó en 1986 en México-, pero el “10” quiso simbolizar de esa manera una goleada en contra de la FIFA y del veto a la altura.

El árbitro Marcelo Ortubé decidió inmediatamente después pitar el final del partido y desde los cuatro sectores de las graderías bajó una ovación y sobre todo el agradecimiento del pueblo hacia esos actores solidarios que, sin pedir nada a cambio, armaron una fiesta en beneficio de los miles de habitantes afectados por los fenómenos naturales en el país, a la vez que se aliaron para demostrarle al mundo que a 3.600 metros sobre el nivel del mar se puede jugar y disfrutar fútbol.

Marvin Mora, un integrante del equipo de seguridad del Presidente Morales, fue el encargado de abrir la cuenta a favor de Bolivia a los 10 minutos del primer tiempo, pero sesenta segundos después, Maradona igualó con un pefecto tiro penal, que hizo imposible la estirada del arquero Torrico.

Las “diabluras” de Marco Antonio Etcheverry, aquellas que en 1993 hicieron levantar a la afición de sus asientos en Miraflores, fueron también parte del repertorio ofrecido por los ex futbolistas, y el recordado número 10 de nuestra Selección protagonizó una gran jugada a los 22 minutos para dejar el balón servido al Presidente Morales, quien no sólo lo mandó al fondo de la red, pues primero regateó haciendo pasar de largo a un contrario.

El primer tiempo, de sólo 30 minutos, terminó con un empate a dos, luego de que Maradona gambeteara a dos adversarios y se internara en el área como Pedro por su casa, definiendo de zurda a los 26", y haciendo que la gente le aplauda a rabiar por esa magnífica acción.

Cuando se reanudó el partido, con Maradona y Evo en la cancha, decididos a llegar hasta el final, otro notable pase del ex astro le permitió a Latorre conseguir un gol más para los argentinos, el tercero a los tres minutos.

A esas alturas del partido, Milton Melgar ya había exhibido parte de la genialidad que nadie olvidará de su mejor época, Carlos Borja se había “comido” varios kilómetros como si el tiempo no pasara para él, y Erwin Sánchez -hoy DT de la Selección- había mostrado la sutileza que tantas alegrías le dio en el fútbol.

El único jugador vigente sobre el terreno de juego, el argentino de Bolívar Silvio Carrario, le sacó el jugo a un pase de Diego Armando y marcó el cuarto de los azules (11"), que rápidamente -apenas un minuto depués- hicieron uno más gracias a la definición de Rojas.

“Chicho” Suárez hizo recordar que en su época en la Liga fue uno de los notables goleadores que tuvo nuestro fútbol, y con sus oportunas apariciones en el área convirtió dos tantos seguidos a favor de Bolivia.

El otro Diego famoso de Boca Juniors, Latorre, alejó de nuevo la cuenta a los 24 minutos, poco después de que Etcheverry perdiera para Bolivia el empate, y casi fue el gol definitivo porque ya no quedaba mucho tiempo más, salvo para que la “magia” de Maradona volviera a aparecer. El ídolo mundial tomó el esférico dentro del área, se acomodó, miró al arquero y le pegó con fuerza con su zurda maravillosa para enviar el esférico pegadito al palo del arquero, rubricando el 4-7 definitivo.

Los ex astros del fútbol, el Presidente y los gobernantes del país, personalidades de otros ámbitos -cultural, artístico, periodístico-, consiguieron hacer realidad en una hora de fútbol la ayuda a los damnificados, y a la vez le demostron al mundo que, antes hoy y siempre, en la altura se vive, se juega y la pelota no sólo rueda, sino que también dobla.

Como si el tiempo no hubiera pasado

Esteban Pogany fue arquero -de esos notables- de varios equipos argentinos, entre ellos Boca, Argentinos Juniors y la selección de su país, y en la tarde de ayer, más allá de la popularidad y el talento de Maradona, fue la figura del partido, el hombre que con su agilidad y sus atajadas demostró que para algunos el tiempo se detiene, no pasa.

En el primer período no fue exigido tanto como en el segundo, cuando a éste llegó el “Tapera” Mauricio Ramos, otro que se retiró del fútbol cuando todavía tiene condiciones para darle mucho de las cualidades que Dios le dio con la pelota.

Las más de 20 mil personas que acudieron ayer a Miraflores, aparte de ver a ídolos del pasado, los más excedidos de peso, comprobaron que aunque los años suman, el talento perdura.

Ramos hizo para sus equipos goles con potentes disparos desde lejos, que en el “Siles” repitió, encontrándose con las mejores atajadas de un Pogany estupendo.

Etcheverry hizo en 1993 que los rivales vieran pelota cuadrada, y a pesar de sus kilos demás, ayer jugó con esa habilidad, como la de Melgar, la de “Platiní”, o la fuerza de un “Pichicho” que el Bolívar de hoy quisiera volver a tener.

Latorre podría volver al fútbol tranquilamente, y hasta parecería que nunca lo dejó. Como el “Turu” Flores -ayer le pegó al balón de primera e hizo que rebotara en el travesaño-, el “Chicho” Suárez, Rimba, el “Tano” y Cristaldo, que aunque ya no estén, nunca se olvidarán que sí aportaron.

Evo se dio el gusto de jugar contra Maradona, y al lado de nuestros ídolos del "93. Gonzalo Cobo (Futbolmanía) reconocía que esos cinco minutos que estuvo en la cancha fueron un sueño hecho realidad, y la verdad es que, con tanto talento junto sobre el verde césped de Miraflores, lo lindo hubiera sido no despertar jamás.

ASÍ COMENZARON

Bolivia jugó desde el principio con Marcelo Torrico; Ricardo Fontana, Marcos Sandy, Carlos Borja, Alex Contreras, Juan Ramón Quintana, Marvin Mora, Evo Morales, Erwin Sánchez, Milton Melgar y Marco Etcheverry.

Argentina empezó con: Esteban Pogany, Juan Ponce de León, Héctor Almandoz, Joe Fernández, Benjamín Rojas, Nazareno Casero, Cecilio Flematti, Wálter Queijeiro, Diego Maradona, Diego Latorre, José Óscar Flores.

ABRAZO DE GRANDES

Marco Antonio Etcheverry y Diego Maradona. Ambos llevaron siempre en sus espaldas el número 10 (el boliviano actuó ayer con el 13 en su camiseta). Se juntaron antes de que comenzara el partido y dieron unos pasos abrazados, conversando amenamente. Fue el encuentro de dos talentosos del pasado.

UN RECUERDO DEL ÍDOLO

Antes de arrancar el partido los jugadores tomaron varias pelotas y las lanzaron hacia el público. Diego Maradona paseó por el sector de preferencia y cada que mandaba el regalo, la gente forcejeaba por quedarse con él. Al frente, el Presidente Morales enviaba recuerdos al público de la general.

ÁRBITROS SOLIDARIOS

Marcelo Ortubé, el juez FIFA número uno del país, no solamente aceptó dirigir el encuentro sin cobrar nada a cambio. También puso su granito de arena e ingresó al terreno de juego, al igual que sus asistentes, portando unas bolsas de fideo para los damnificados. El referí también se divirtió sobre el terreno de juego.

PARA TODOS LOS GUSTOS

El gol de Mora -hombre de la seguridad del Presidente- no estuvo nada mal, la jugada previa y su remate lo hicieron parecer a un profesional que circula por nuestras canchas. A partir de esa anotación, hubo diez más, para todos los gustos de la afición que se dio cita en Miraflores. El segundo gol de Maradona, el tercero de los argentinos, fue una obra de arte, como el de Evo por la jugada del “Diablo” Etcheverry.

LOS TÉCNICOS

Jorge Habegger, hoy en Bolívar, y Luis Orozco, en filas de The Strongest, aunque en la función de gerente deportivo, estuvieron a cargo de la dirección técnica del equipo boliviano. Por el lado argentino, no hubo un DT visible, aunque quien tuvo a su cargo la alineación fue el arquero Esteban Pogany.

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