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lunes, 1 de diciembre de 2008

Tito de la Viña: “Asumo el premio como una distinción a mi área”


Un hito para el periodismo deportivo, así considera Tito de la Viña al Premio Nacional de Periodismo que recibirá de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP). Se trata del primer periodista deportivo que recibirá tal distinción.

Hasta el momento, los elegidos para recibir este galardón fueron periodistas de diversas áreas, pero esta gestión, los 57 años de labor y una vigencia plena en el ejercicio de la profesión pesaron para elegir a un hombre del área deportiva.

El autor del libro Vivencias de medio siglo, presentado hace pocos días, sostiene que el premio es un reconocimiento a todos los periodistas dedicados a los deportes.

¿Cómo se inicia en esta labor?
Fue en 1951 en radioemisoras Bolivia de La Paz, porque había otra en Oruro. Ésa era una radio que funciona al frente de radio América. Me inicié con programas de cabinas, cuando tenía 19 años. La afición se originó en el colegio San Calixto y en las inclinaciones que uno tenía. Desde pequeño jugaba a relatar. Pasé por diferentes emisoras y etapas. En el periodismo escrito lo hice en 1957, cuando estaba en La Nación, que era el diario oficialista de la época. Comencé con una gran persona como es Cucho Vargas.

¿Cómo se formaron los periodistas deportivos de antes?
Éramos autodidactas. Todos los de esa época nos formamos con la lectura y en base a la educación que uno tenía en el colegio, que era bastante estricta y fundamental. Teníamos influencia del periodismo argentino, que era el más cercano. Cucho era seguidor de Fioravantti, en mi caso traté de mantener el relato con nuestros bolivianismos.

¿Puede dar tres diferencias entre el periodismo deportivo de antes con el de ahora?
Bueno, antes se tenía mística, entrega y sobre todo una intachable credibilidad y ética. Si no existe esta última parte que es la joya más valiosa del periodismo en general, entonces el receptor lo rechazará y no lo aceptará. La generación del 50 con Cucho Vargas, Luis Lazarte o Lorenzo Carri y otros siguió las pautas de otros de muchos periodistas de más atrás como Julio Borelli Vitterito, Lizardo Suárez y Julio López Videla. Actualmente, con el respeto de la mayoría, pero veo en algunos casos que se perdieron esos valores señalados antes, se ingresó en el mercantilismo, en los intereses. Con esto de la globalización se mejoró en la tecnología, pero el hombre es quien marca diferencia en crear y hacer un producto.

¿Por qué la mística de antes no se mantuvo en algunos casos?
No sé, son diversas generaciones, pero creo que a mayor tecnología y más condiciones, como que uno se detiene. Recuerdo que antes para una transmisión radial se tenía que efectuar una serie de esfuerzos enormes, desde trasladar equipos y una serie de sacrificios. En 1957 fue mi primera transmisión en radio el Cóndor con Saúl Abdelnur cuando relatamos desde Argentina un partido de Bolivia, nos golearon por 4-0 y, bueno, las condiciones no eran tan cómodas como son ahora.

¿Qué es lo más valioso que le dio el periodismo deportivo?
Me permitió conocer a miles de personas ligadas al deporte, a los cercanos y a todos quienes rodean la actividad muscular, creo que eso es lo más valioso, establecer amistades, conocer diversos lugares del país y fuera de nuestras fronteras, creo que todas esas cosas son lo más valioso, más la amistad de los colegas.

¿Se anima a dar dos virtudes del periodista deportivo de hoy?
Las virtudes se acompañan con la tecnología, tienen medios como la internet, el satélite, la computación, el teléfono celular para hacer cosas más rápidas. Veo a mucha gente con mística, entrega, pero creo que son excepciones. Ahora lo negativo creo que es la falta de cariño a la profesión y que sólo se trabaja por recibir la retribución económica.

Estuvo en radio, en televisión y en prensa, ¿con cuál de estos medios se identifica más?
Sí, puede ser ése uno de los factores que estuvieron a mi favor para ser honrado con el Premio Nacional de Periodismo. Comencé en radio y sigo con ello, es un medio que sin duda llega a mayor público y me inclino mucho más por este medio, pero también tuve una columna escrita que duró 40 años, fui responsable de deportes en Presencia y en la Tv también estuve con la gratitud de transmitir programas.

¿En qué momento de su vida y trayectoria profesional le llega la distinción de la Asociación de Periodistas de La Paz?
Creo que en el momento oportuno, porque sigo con el deseo de aportar, trabajar y transmitir lo más que puedo. El premio es un reconocimiento no sólo en lo personal, sino al área de deportes. Eso es un orgullo para mí, pero de verdad asumo el premio como una distinción a mi área, a mis colegas que estamos en deportes. Nunca antes se premió a un periodista deportivo, porque creo que nos subestimaron los colegas de la prensa en general.

¿Por qué considera que este oficio es subestimado?
Creo que consideran que el deporte no tiene la importancia que tendría la política, la economía, lo social y todo lo demás. No toman en cuenta que el deporte mueve a millones de personas, mueve sociedades enteras y el ritmo informativo es grande. Y la prueba no es de ahora, sino desde hace décadas como son los mundiales, las olimpiadas y los torneos locales que son una atracción. Pero también admito que el periodista de deportes debe prepararse más, para precisamente no dar paso a que nos subestimen y debemos reconocer que hay algunos malos periodistas que desacreditan a la profesión.

¿El premio será una llamada de atención o motivación para los periodistas deportivos de generaciones más jóvenes?
En parte lo veo así, creo que es un toque de alerta o motivación para las generaciones jóvenes de periodistas. Creo que hasta ahora al deporte se lo coloca en el área de entretenimiento y no me parece, porque el deporte es fuerte, influyente y debe ser tomado con responsabilidad y eso se inicia desde el periodista, que muestre información con menos show, menos farándula, el deporte es profesional y así debemos asumirlo.

¿Nos puede contar tres hitos que le marcaron en su vida en el periodismo?
Es más de medio siglo de periodismo deportivo y son tantas cosas que las sintetizaría con esto: haber transmitido y escrito para Bolivia en seis mundiales —desde Chile en 1962 hasta Estados Unidos 1994—, en Presencia y en los relatos radiales, cuando vimos a Bolivia jugar, que fue un hito. Cubrir los Juegos Olímpicos de México 68 y Montreal 76. Luego está el sentimiento de aprecio íntimo de los colegas, que a través del Círculo de Periodistas Deportivos de La Paz me transmiten.

El periodismo abarca horas de trabajo, ¿qué rol jugó su familia durante tantas décadas de dedicación los fines de semana?
Sin duda, la familia de un periodista es el primer pilar para que uno salga adelante porque a ellos les quitamos horas, nos olvidamos por cumplir con nuestra labor domingo a domingo o en cualquier horario de la semana. En mi caso seguí dos carreras, soy bioquímico en la que hace poco me reconocieron por mi carrera de 36 años y los fines de semana o las noches de cualquier día de la semana con el periodismo deportivo y siempre tuve el apoyo.

El perfil

Nombre: José Vila de la Viña.
Lugar y fecha de nacimiento: La Paz, diciembre de 1931.
Familia: Martha Martínez (esposa), Sandra, José Enrique y Adriana (hijos).
Estudios secundarios: San Calixto.
Profesión: Logró el título de bioquímico en 1959 en la UMSA y el título de periodista profesional en 1976.
Coberturas: Estuvo en seis Copas del Mundo de Fútbol y en dos Juegos Olímpicos, entre decenas de coberturas internacionales.
Cargo: Estuvo a cargo de la jefatura de deportes en el matutino Presencia por más de dos décadas.
Distinciones: Recibió galardones a nivel de gobierno, prefectura, municipal y de la UMSA, entre algunos.

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