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viernes, 6 de marzo de 2009

Lothar Kerscher es dirigente del fútbol boliviano desde hace 40 años. Critica que no se dé oportunidad a jugadores jóvenes


La Prensa

Antes de la creación de la Liga (1977), las divisiones inferiores del fútbol boliviano gozaban de mayor atención de las esferas dirigenciales. Hoy en día, casi ninguna. Más bien, la entidad liguera, en lugar de mejorar nuestro fútbol en todos sus niveles, ha ocasionado su debilitamiento y les ha quitado espacio a los jugadores nacionales para que sus lugares sean ocupados por extranjeros que, salvo honrosas excepciones, no han dejado ni dejan enseñanzas a nuestros jóvenes, en cambio generan un daño económico a los clubes.

Así ve al fútbol nacional de hoy Lothar Kerscher, connotado dirigente del Bolívar desde hace 40 años. Es el actual fiscal general del club —elegido en la anterior asamblea ordinaria de socios—, aunque él prefiere que estas sus declaraciones sean tomadas no en esa condición, sino “despojado” de su calidad de dirigente y “como lo haría cualquier ciudadano de este país”.

Es palabra autorizada. Cuando comenzó su incursión en la dirigencia, estuvo cinco años dedicado a las divisiones inferiores. Después ocupó otros importantes cargos, él cree que más “cómodos” en virtud al trabajo que ello suponía.

“En las divisiones inferiores está el verdadero trabajo de un dirigente, es ahí donde se hace nacer a nuevos valores. Por ejemplo, antes de la Liga, en La Paz cada club estaba obligado a tener equipos en Cuarta, Tercera y Segunda División, había que darles una atención especial. Se hacían campeonatos serios. Recuerdo que cada martes íbamos a la AFLP a fijarnos el fixture de la próxima fecha. Desde que se creó la Liga, las divisiones inferiores murieron, la Liga las mató”.

Entre otros cargos, ocupó el de presidente del Comité de Fútbol de la “Academia”. “Ahí sólo es ocuparse de traer jugadores. No es lo mismo. Trabajar en divisiones inferiores es otra cosa, el verdadero sentido de la función de un dirigente apunta a que su club crezca desde las bases”.

Recordó que con la creación de la Liga, lo que se quiso entonces hacer era un “fútbol-espectáculo”, tomando en cuenta a los principales equipos de La Paz y a los mejores de otros departamentos. “La idea era superar el nivel del fútbol de la época. Evidentemente, por un tiempo se logró eso, pero se descuidaron otros aspectos, como la formación de jugadores, y hoy en día todos los clubes están pagando muy caro eso”.

Desde su punto de vista, es cada vez más difícil ver aparecer a nuevos valores. “Faltan jugadores de la talla de Ramiro Blacut, Vladimir Soria, Carlos Borja o Erwin Sánchez, por anotar a algunos. Hoy en día, los equipos, salvo alguna excepción, no tienen jugadores sobresalientes, los pocos que había ya están envejeciendo y mientras tanto no se produce ninguna renovación”.

“Desde hacen muchos años, y luego de la lamentable desaparición de dirigentes de la talla de Mario Mercado, Rafael Mendoza, Rolando Aguilera Pareja y Enrique Happ, el fútbol boliviano ha sufrido una carencia de dirigentes, salvo muy escasas excepciones, que piensen más allá del beneficio personal o institucional”. Kerscher cree que con la desaparición de los presidentes de Bolívar, The Strongest, de la Academia “Tahuichi” y de la Escuela Enrique Happ se ha perdido la tarea de “promoción de nuevos talentos que alimenten de manera constante a los clubes profesionales y por ende a las representaciones nacionales”.

Reconoció, por ejemplo, como un verdadero semillero, a la “Tahuichi” de Roly Aguilera, que dio a los clubes talento de la talla de Marco Etcheverry y Erwin Sánchez, “y de otros que derramaron sus condiciones fuera de nuestras fronteras”, además “le permitió a la Selección tener éxitos, que hoy cuesta mucho pensar que puedan repetirse”.

De acuerdo con Kerscher, la escasa o ninguna atención a las divisiones inferiores ocasiona también “constantes fracasos de las selecciones menores de nuestro país”.

No se explica de otra forma —apuntó— que los torneos nacionales de categorías menores sean prácticamente inexistentes y que en las asociaciones departamentales tengan un nivel pobrísimo y no permitan realizar una adecuada formación de jugadores para el fútbol paceño y nacional.

Recordó que el año pasado, a iniciativa del club Bolívar, la Asociación de Fútbol de La Paz llevó adelante, “de manera acertada”, un torneo Integrado, que les permitió a los clubes asociacionistas ser más competitivos y al mismo tiempo dotó a la selección paceña Sub-19 de jugadores que obtuvieron el subtítulo nacional.

Por su parte, los clubes ligueros pudieron tener en actividad a jugadores, en su mayoría jóvenes, que por lo general no tienen cabida en el primer plantel. Criticó que este año no se repita lo mismo, “y de esa manera se les quita a los jóvenes la posibilidad de tener competencia, que es la parte importante de la formación de un futbolista”.

La Liga levantó este año, para el torneo Apertura, la obligatoriedad de cada club de incluir a un jugador menor de 20 años durante al menos 45 minutos del certamen. A cambio está analizando, conjuntamente con la Asociación Nacional de Fútbol (ANF), llevar adelante un torneo nacional de esa categoría.

Si ese certamen finalmente es aprobado, en los torneos Clausura y también en el Play off habrá la obligación de poner a un jugador juvenil durante 45 minutos; de lo contrario, la norma subirá a 90.

Las frases

En las divisiones inferiores está el verdadero trabajo de un dirigente, es ahí donde se hace nacer a nuevos valores. Por ejemplo, antes de la Liga, en La Paz cada club estaba obligado a tener equipos en Cuarta, Tercera y Segunda División”

No se explica que los campeonatos nacionales de categorías menores sean prácticamente inexistentes y que en las asociaciones departamentales tengan un nivel pobrísimo y no permitan realizar una adecuada formación de jugadores”

Kerscher propone “una cruzada”

Lothar Kerscher propone que se empiece “una cruzada en el fútbol nacional para dotarle a éste de sangre joven”, y que no sea inútil el esfuerzo que hacen algunos clubes, muy pocos, por darles condiciones a sus divisiones inferiores.

“Hoy en día debería ser condición indispensable que los clubes trabajen y se dediquen a la formación deportiva de sus juveniles. Que al igual que en otros países con mayor tradición futbolística que el nuestro se piense seriamente en invertir en la niñez y juventud. Parece difícil, pero es el único camino para lograr la renovación que necesita nuestro fútbol”.

Manifestó que debería ser la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) la que busque los mecanismos adecuados para incentivar la organización de certámenes de carácter nacional. “Hay que hacer competencias serias para los chicos, sin importar si debe organizarlos la Liga o la Asociación Nacional. Lo importante es que alguien tome la iniciativa”.

También criticó a los directores técnicos porque no promocionan a los jóvenes valores que se proyectan. “No apuestan por la renovación y no dan cabida a nuevos talentos por el simple hecho de cuidar su trabajo, pues aún existen dirigentes exitistas que sólo buscan resultados inmediatos sin importar los procesos de formación”.

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