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viernes, 3 de abril de 2009

La altura otra vez es la mala de la película



La Prensa

La goleada de la Selección Nacional a la Argentina de Maradona amenaza con provocarle al país otro dolor de cabeza, debido a que la altura de La Paz ha vuelto al tapete como la “mala de la película” y se ha ganado nuevos detractores, entre ellos la estrella argentina Lionel Messi, quien declaró que “es imposible” jugar en el estadio Hernando Siles; mientras el preparador físico de la selección “albiceleste”, Fernando Signorini, dijo estar “convencido de que alguien puede morir jugando en lugares así”.

Hace 16 años, el “pecado” boliviano fue quitarle el invicto de 40 años en eliminatorias mundialistas a Brasil, que en 1993 cayó en Miraflores 2-0. Ese resultado llevó a los brasileños a “vengarse” para —a través de su poderío en el fútbol mundial— alentar el veto a la altura, y nada raro que a partir del 6-1 ese fantasma caiga con más fuerza sobre el “Siles”.

La Asociación del Fútbol Argentino (AFA), mediante su presidente, Julio Humberto Grondona, apoyó a Bolivia para evitar el veto al “Siles” en las actuales eliminatorias mundialistas, pero lo hizo sin haber sufrido en carne propia una paliza de la que se sigue hablando en todo el mundo, mostrando el papelón argentino en La Paz.

Mientras Diego Maradona fue el único que no buscó excusas en la altura, siguiendo su línea adoptada el año pasado, cuando fue uno de los personajes del mundo que defendieron el derecho boliviano de jugar en La Paz, los que le rodean empezaron ayer a encender una nueva alarma sobre los supuestos peligros que hay contra la salud de los jugadores al llevarlos a jugar a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar sin una aclimatación previa.

Desde Brasil no tardaron en aparecer quienes decidieron aprovechar el momento para hacer ver el “mal” que causa al futbolista jugar en la altura. La estrella de la selección “canarinha” Kaká fue uno de ellos.

“¿No dice que Argentina es tan buena? Ahora todo el mundo puede ver que la altitud sí hace diferencia. Argentina goleó a Venezuela y después pasó por esa humillación”, sostuvo el centrocampista del Milán italiano. Signorini declaró ayer a la bonaerense Radio La Red que está “convencido de que un jugador se puede morir” en la altura y puso a ésta como la mayor “responsable” para la derrota sufrida por su selección.

El preparador físico del cuerpo técnico que encabeza Diego Maradona aseguró que “no hay posibilidades de que sea una competencia normal” entre un equipo habituado a jugar en la altura y otro que llega del llano sin aclimatación alguna. “Hay demasiadas ventajas para el que está aclimatado. Pone a uno en condiciones diferentes al otro y es un despropósito. Si respetamos el espíritu del deporte, no hay que pasar así del llano a la altura”.

Según su versión, “es un dopaje exterior que favorece al aclimatado” y contó que “en la entrada en calor” de la selección argentina, el miércoles en La Paz, “algunos jugadores no podían respirar. Es absolutamente inexplicable. No se puede tomar muy en serio un partido así. Pensemos que Bolivia les generó a Messi, Tevez, Mascherano, Gago y compañía, que juegan en las mejores ligas del mundo, alrededor de 13 situaciones claras. No me queda la menor duda de que en el llano no pasaría eso”, agregó Signorini.

En cambio, el lateral Emiliano Papa dijo que ni antes del partido ni en el entretiempo notó que algo pasara con alguno de sus compañeros. “La altitud existe e influye, pero no le vamos a echar toda la culpa. Hay otros factores. Hace mucho que Bolivia no jugaba así”.

Mientras Maradona elogió el fútbol que practicó Bolivia y asumió en parte la responsabilidad por la derrota, por no haber planteado de otra manera las líneas, el preparador físico fue rotundo ayer: “Que sigan compitiendo en la altura, quiero ver a quién le echan la culpa” después, en caso de que se produzca en el futuro un accidente.

Lionel Messi declaró en Buenos Aires, antes de viajar a España para reincorporarse al Barcelona, que no quería “contradecir a Diego (Maradona)”, pero sin más vueltas sostuvo: “Es imposible jugar en La Paz. Hacías un pique y no te podías recuperar y ellos (los jugadores bolivianos) te superaban en todo. No es para contradecir a Diego —insistió—, sólo es una opinión después de haber jugado ahí, y lo mismo piensan otros compañeros, pero no lo queremos poner como excusa”.

La frase

Fue un partido malo y se notó que la altura afectó a los jugadores. Los vi muy pesados, les costaba levantar las piernas, si picaban no podían volver. Sin dudas, también la pelota viaja de otra forma”

Nery Pumpido

Ex arquero argentino

Intentan hacer ver que argentinos la pasaron mal

Según el diario argentino Olé, el mediocampista Fernando Gago se preguntaba dentro de la cancha: “¿Qué tengo? ¿Qué me pasa? No puede ser”. Pero no encontró respuestas. El diario argentino —a través de uno de sus periodistas enviados a La Paz— narró: “Cuando se consumó la derrota, se sucedieron unos instantes que parecieron eternos: los jugadores permanecieron inmóviles, con la vista hacia la nada o hacia el suelo, algunos —como Messi— reclinados buscando aire. Como Gago antes, en ese momento ninguno hallaba explicaciones a tanto desconcierto”.

El mismo diario aseguró que más porcentaje de incidencia para la derrota tuvo la altura que la Selección Boliviana, y fustigó a Maradona. “Diego, como conductor y como estratega, es el mayor responsable del tsunami de La Paz. Preso de su amor por Bolivia, de su compromiso moral con Evo, de sus convicciones… Así quedó Maradona. Porque él, al cabo, se terminó creyendo que la altura no tenía causa y efecto. Lo que nunca imaginó Diego fue que sus muchachos se arrastrarían por la misma cancha que él defendió con cuerpo y alma”.

Luego reconoció que también Argentina falló en otros aspectos y que fue “un pecado” subestimar a la altura. “Bolivia y la altura no hubieran podido solos”, concluyó.

En Brasil, el diario Folha de Sao Paulo opinó que el resultado terminó siendo también un “castigo” para el técnico Maradona, que, recientemente y al defender los partidos en La Paz, llegó a decir que “ni Dios tiene derecho a impedir que alguien juegue (fútbol) donde nació”.

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