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viernes, 8 de julio de 2011

La fiesta terminó en bronca

El Deber



Lo que empezó con una fiesta de los seguidores de la selección boliviana terminó en una desazón por un resultado que nadie esperaba tras la derrota ante Costa Rica (2-0). Los miles de residentes y los que llegaron desde diferentes ciudades del país no les quedó otra que aplaudir a los Ticos, que se quedaron con los tres puntos que los pone de nuevo en carrera.
Desde las 14:00 la fiesta de los hinchas bolivianos fue total en las afueras del estadio 23 de Agosto de Jujuy. Se cumplió lo que se anticipó, en cuanto al respaldo que tendría el equipo que dirige Gustavo Quinteros, pues fue como jugar en condición de local porque el 90 por ciento de los asistentes eran residentes o bolivianos que llegaron a San Salvador para ser parte de la Copa América de Argentina.
El ambiente futbolístico ayer en Jujuy fue intenso desde temprano y culminó con el encuentro disputado en la noche. La plaza principal Belgrano estuvo nuevamente con mucho movimiento por la mañana, pero después del mediodía todo se traslado a la zona de Luján, el barrio donde se encuentra el estadio 23 de Agosto. Allí la Policía puso un cordón de seguridad de cinco cuadras a la redonda.
Sin exagerar, no se vio a hinchas de Costa Rica, la mayoría eran seguidores de Bolivia, pues en las últimas horas llegaron desde Santa Cruz, La Paz, Cochabamba y otras ciudades del país. En la tribuna se observaban banderas con escudos de Guabirá, de Montero, y la verde blanco y verde cruceña, además de que se vio a algunas personas con poleras de Oriente.
Poco a poco, el estadio fue llenándose y las banderas nacionales se veían por todos lados. El bus de la selección llegó una hora antes del partido y, tras ingresar, de inmediato los jugadores salieron al campo para pisar el césped, mientras la gente los ovacionaba.
Nadie esperaba lo que iba a suceder, pues antes que ingresen los equipos los cuatros sectores del estadio se transformaron en una marea de gente cuando se hacía la famosa ‘ola mexicana’ que mostraba el entusiasmo de la hinchada nacional. Todo eso cuncluyó en un ¡Ole, Ole, Ole! en contra, pues luego del 2-0, la gente se volcó a favor de Costa Rica, que terminó con aplausos merecidos.

La diablada puso el colorido
Más de 100 personas, entre bailarines y miembros de una banda de música, llegaron para ponerle ritmo y colorido al encuentro. Desde las 14:00 comenzó la fiesta en una de las avenidas principales cerca del estadio, allí se dieron el gusto de mostrar una parte de la cultura del país, ante la mirada de muchos vecinos y otros aficionados nacionales que ya estaban haciendo largas colas para ingresar, pues las puertas del escenario se abrieron a las 16:00.
A las 17:20 la diablada se mostró a los espectadores, aunque no fue en el campo de juego, pues la organización solo le permitió que dé una vuelta alrededor de la cancha para que los hinchas puedan brindarle aplausos.
Luego los bailarines y la banda se apostaron en la tribuna este del escenario y allí pusieron ritmo, pero solo hasta que Bolivia recibió el primer gol, ya que desde ese momento se calló.

Desde jujuy

Equivocación. Cuando se anunciaba la alineación de la selección de Bolivia se equivocaron. Mencionaron al arquero Arias mientras salía la foto de Amador, que estaba en el banco de suplentes.

Respondieron. Luego de la conferencia de prensa obligatoria, varios seleccionados y el entrenador de la selección nacional dieron notas a la prensa nacional, antes de subir al bus que los trasladó al hotel.

Elegante. Como un dato curioso, al igual que en el partido ante Argentina, el DT Quinteros estuvo con buzo y campera cuando la selección llegó al estadio, pero luego se puso un traje, como lo hizo en el debut.

Estudioso. El DT de Costa Rica dijo que sabía que Bolivia se sentía obligada a ganar y que en ese afán dejaría espacio, por lo que dispuso abrir la cancha y que se aproveche bien los espacios que dejaba el rival.

Los aficionados

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Carlos Tordoya Pizarro. Bolivia tuvo un buen inicio en el partido, pero lastimosamente no supo anotar en las oportunidades que generó. No supo manejar las expulsiones y los contragolpes de Costa Rica. Pero creo que no debemos perder la fe; cuando empatamos con Argentina no eramos los mejores y hoy que perdimos tampoco somos los peores.

Víctor Pacheco. Necesitamos más opciones en la delantera, pero más allá de eso necesitamos que la selección juegue como lo hizo contra Argentina. Da verguenza ver a Bolivia jugando como anoche y no creo que logremos clasificar a la segunda fase, porque Colombia es fuerte; Costa Rica era el rival a vencer.

Freddy Bustos. La alegría del pobre dura poco. Es como se resumiría el mal cuerpo con que se encuentra el pueblo boliviano por la resignación (una más) a la que sucumbe la esperanza de una posible clasificación a la siguiente fase de la Copa América. Ahora, como siempre, tenemos que jugar con la calculadora para buscar un saldo de esperanza y ver si el equipo de todos sigue en competencia. El final de esta historia ya lo conocemos...

Tony Albiverde. Campbell amargó la fiesta boliviana. Solo fue un espejismo y volvimos a nuestra realidad.

José María Ruiz. Bolivia sirve para contar anécdotas, como el 6-1 y el 1-1 contra Argentina, y el 0-0 con Brasil, por las eliminatorias mundialistas.

Carlos Franco Dadalty. Algunos jugadores bolivianos dejan todo en la cancha, pero no es suficiente. A otros les falta amor por la camiseta.

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