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viernes, 19 de abril de 2013

Los jugadores expresan su credo en la cancha, allí agradecen los favores recibidos

La razon
a religión está presente en el fútbol y en Bolivia no es la excepción. En los estadios donde se juegan partidos de la Liga y de las asociaciones es habitual ver a los protagonistas del juego realizar algunas acciones para encomendarse a Dios antes de un partido y también agradecerle después.

Algunos elevan los dedos índices al cielo, otros hacen la señal de la cruz o abren los brazos y dirigen su mirada al infinito. Al festejar también llegan esas manifestaciones, por ejemplo Carlos Saucedo, goleador de San José, se levanta la camiseta para mostrar otra que lleva debajo con la imagen de la Virgen de Cotoca, de la que es fiel devoto.

Otros se persignan: por ejemplo después de tapar un penal, Carlos Arias hace eso y agradece el apoyo que recibe de su padre fallecido hace algunos años. En los primeros meses tras su partida llevó estampada la foto de él en su camiseta. Cuando era jugador, el zaguero Marco Antonio Sandy festejaba sus goles juntando sus palmas y se arrodillaba, ofreciendo su conquista a Dios.

En 1995 se fundó en el país la organización Atletas de Cristo. No es una iglesia, sólo la unión de personas en su mayoría cristianos vinculadas al deporte, además abierta a recibir gente de cualquier credo. Así se extendió a La Paz, Santa Cruz y Cochabamba.

En La Paz la fundaron los técnicos Luis Orozco y Marco Sandy con ayuda del pastor cristiano Mario Bohórquez. “No lo hicimos con el propósito de que sea algo nominal, sino con el fin de agrupar a deportistas de varias disciplinas y el propósito de que el aspecto espiritual sea determinante en la preparación del atleta, que crea en un ser supremo que es Dios y que tenga un buen rendimiento”, dice Orozco.

Cuenta que la organización trabaja en recuperar los valores morales que se han invertido de tal manera que a lo malo ahora se llama bueno. “Perseguimos difundir el evangelio y tener una vida ordenada no sólo en el área deportiva como tal, sino ir primero al plano personal y luego al familiar. Dios obra mediante la fe, de modo que en su vida particular sean gente de bien y en el deporte uno tenga buen rendimiento”.

Ahora en la sede de gobierno los líderes son los zagueros Tobías Albarracín (Bolívar) y Marcos Barrera (The Strongest). Las reuniones se alternan en sus domicilios en lunes o martes. Asisten sus compañeros de plantel, varios de ellos juveniles y también futbolistas de La Paz Fútbol Club.

En Santa Cruz la dirige el exfutbolista argentino Fabio Giménez , en Cochabamba está a cargo de Sandy; mientras que Gary Paz, jugador de Nacional Potosí, reúne al grupo de la Villa Imperial, como también Hamlet Barrientos lo hace en Sucre, y Marcelo Gomes, en Oruro.

Entre los futbolistas también hay jugadores católicos. Junto con Saucedo otros como los bolivaristas Wálter Flores y Jhasmani Campos, el primero devoto de la Virgen del Socavón, el segundo de la de Cotoca.

El presidente de The Strongest, Kurt Reintsch, es católico, devoto del señor de la Cruz de Colquepata, en su honor baila en la festividad del 3 de mayo y también lo hace por la Virgen de Copacabana. Como una promesa de fe lleva al cuerpo técnico y plantel de jugadores, además para agradecer por los favores recibidos. “Es bueno dedicarle un tiempo a la creencia y costumbre que uno tenga”, según Orozco.

Ellos tienen su creencia

‘La rivalidad es en el juego’: Luis Orozco, director técnico

“Lo que significa la competencia y rivalidad dura el tiempo del juego. La formación espiritual hace que esa relación con Dios nos permita seguir adquiriendo su palabra”.

“Hay que acercarse al señor’: Tobías Albarracín, jugador de Bolívar

“En el Ministerio de los Atletas de Cristo se lee la palabra de Dios y soy el encargado de dar las prédicas; creo que es bueno para todo ser humano acercarse al Señor”.

‘Te fortalece espiritualmente’: Jhasmani  Campos, futbolista de Bolívar

“Cuando puedo asisto a misa con mi familia porque es lo que te fortalece espiritualmente. Es importante estar bien con Dios y dejar las cosas en sus manos”.

‘Hay que compartir’: Pablo Lanz, arquero de Aurora

“Mi familia me inculcó la fe cristiana que me guía en la vida privada y en el fútbol. Creo que si me hace bien, también lo puedo compartir con mis compañeros del fútbol”.

‘Uno necesita orientación’: Juan Carlos Paz García, director técnico

“El futbolista vive muy diferente en una sociedad. Cobramos diferente y siempre uno necesita la orientación, en qué camino va a seguir y qué pasos dará más adelante”.

‘Soy católico, muy creyente’: Carlos Tordoya, zaguero de San José

“Soy católico y muy creyente de la Virgen de Cotoca. La vamos a visitar cuando estamos de vacaciones, pero no podemos ir en peregrinación el 7 y 14 de diciembre”.

‘Es estar bien con Dios, no es para jugar ni entrenar mejor’

En nuestro fútbol no sólo hay jugadores que son cristianos, también hay católicos que piensan que llevar una vida equilibrada ayuda en la actividad privada de cada futbolista. Varios son amigos y comparten en las reuniones, ya sea los fines o en días de semana cuando no hay actividad futbolística.

“Por supuesto que nos ayuda, es un apoyo importante. No significa entrenar más y mejor, somos humanos y tenemos alegrías y fracasos como cualquier persona. Al tener esos altibajos la palabra de Dios es un apoyo para estar equilibrados. No es sólo para los futbolistas”, dice el arquero de Aurora, Pablo Lanz, quien profesa el cristianismo.

Hay católicos como el zaguero Carlos Tordoya, quien es devoto de la Virgen de Cotoca, a cuyo santuario los fieles peregrinan desde Santa Cruz el 7 y 14 de diciembre. El jugador de San José va en otra oportunidad, pues sus obligaciones con su club no se lo permiten cuando dice el calendario.

“Busco otra fecha porque durante la primera semana de diciembre estamos en competencia”, manifiesta Tordoya. Cuenta que futbolistas como Miguel Hoyos, Carlos Saucedo, Ignacio García y él van juntos hasta ese santuario.

En Bolívar también piensan igual. “Soy católico, creyente de la Virgen de Cotoca, y considero que el tener un guía espiritual y creer en Dios a uno le ayuda bastante, no solamente cuando hay problemas, sino también cuando uno está bien. Hay que seguir al Señor, analizar su palabra, tener conocimiento de su mensaje y hacer lo que dice la Biblia”, señala Jhasmani Campos.

Su compañero Wálter Flores afirma que es católico y devoto de la Virgen del Socavón de Oruro. “Eso fortalece espiritualmente, nos ayuda mucho. El ser humano en general debe tener un guía espiritual, en mi caso cuando tenemos momentos libres me agrada dar una lectura a la Biblia para entender el mensaje de Dios”.

También habló del papa argentino, llamado Francisco, de quien dice que rápidamente se ha ganado el cariño de la gente católica “por la humildad que tiene”. Desde su punto de vista, su elección debe llenar de orgullo y satisfacción a los fieles sudamericanos. “Creo que este hecho es histórico y sorprendente y aquello nos debe llevar a continuar en el camino de hacer más fuerte nuestra fe, siempre con humildad como lo hace él”.

Juan C. Paz: ‘Ahora tengo principios definidos’

El exjugador de fútbol dice que su vida no era ordenada hasta que lo invitaron a escuchar la palabra de Dios. Ahí empezó a cambiar

— ¿Cómo se registró su llegada a Atletas de Cristo?

— Hace varios años que soy cristiano. Ha sido muy difícil este cambio tan radical, pero siempre creo que en la vida los cambios positivos son muy importantes. Acabó mi vida de futbolista, pero la vida sigue y me sirvió de mucho con mi familia. En una sociedad con muchos problemas tengo los principios bien fundamentados.

— ¿Quién le invitó para asistir a las reuniones?

— El profesor Luis Orozco y Marco Sandy, asistía por cumplir y no fallar a una invitación. No me nacía de corazón, pero a medida que pasó el tiempo sentí la necesidad de estar cerca y eso me animó a seguir.

— ¿Le costó cambiar?

— Los periodistas y excompañeros conocen la vida que yo llevaba, no era ordenada. Creo que hay un punto en la vida en que uno pone el freno de mano y dice “hacia dónde voy y cuáles son mis objetivos”. Si no hubiera seguido a Dios en este momento no sería entrenador de fútbol ni líder de mi iglesia. Tengo una célula, que es una reunión de gente a la que orientamos con la palabra de Dios. Las reuniones las realizo en mi domicilio.

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