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martes, 14 de mayo de 2013

Mauricio Méndez se defiende de las críticas contra él. Sobre la impugnación de Oriente pide dar certidumbre al torneo.

El Sol
Comanda la administración de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB) desde hace diez años. El viernes pasado recibió el respaldo de diez de los doce clubes para que continúe en el cargo. Hablamos ayer con él.

¿Cómo ha recibido el Comité Ejecutivo el fallo del Tribunal de la Federación que favorece a Oriente y que ha originado una polémica?
M.M.: Con tremenda preocupación. Hace tres años propusimos cambios en el fútbol y uno de ellos fue justamente independizar el Tribunal de la Liga; es decir, que esté por fuera de la dirigencia y esto ocurre en gran parte de los países y sobre todo en la FIFA. Por lo tanto, contratamos el estudio jurídico de un prestigioso profesional, como lo es el doctor Hassenteufel, y a partir de ese momento evitamos la injerencia de los clubes, que de alguna manera presionan a los abogados, porque siempre habrá afecto hacia el club donde se viene. De todas formas, lo que le dimos al Tribunal fue certidumbre y todos saben que este ente punitivo recibe la documentación el fin de semana y el martes está fallando, cosa que no ocurría antes. Eso se da en la Liga, no así en el Tribunal de la Federación Bolivianas de Fútbol. Por lo general falla siempre tarde, como ocurrió con las apelaciones de Oriente, Aurora, Real Potosí y Bolívar, pero al mismo tiempo nos ha generado un gran problema, porque su fallo es muy complicado, porque no cumple con lo estipulado con el Código de Penas de la Federación.

¿Es ilegal entonces?
M.M.: Lo que pasa es que nos tiran un muerto, que es más difícil aún. Ahora este tema lo tenemos que resolver entre todos, porque si lo hacemos nosotros seguramente a uno de ellos no le va a gustar. El tema es que pase lo que pase uno de los clubes no va a estar contento con lo que se resuelva.

¿El tema lo resolverán los ligueros?
M.M.: No. El Consejo Superior de la Liga no toca el tema porque es un fallo del Tribunal de la Federación; por lo tanto, no es nuestro ente punitivo.

¿Volverá entonces el caso al Tribunal de la Federación?
M.M.: Wilstermann ha enviado una carta en la que hace notar esta situación, que a juicio del club es anómala y nosotros como Federación vamos a tomar en consideración este caso y veremos si es que nos corresponde o no.

¿Qué le causó la renuncia de la comisión técnica de la Liga?
M.M.: Mire cómo son las cosas. El motivo de las impugnaciones ante el club Wilstermann en ninguno de los casos fue probado ni en la Liga ni en la Federación. Y esto me refiero a que el club supuestamente habilitó a un séptimo jugador extranjero. Aún así la Comisión Técnica se sintió ofendida y renunció. El motivo por el cual se le quita los puntos a Wilstermann por el partido que empató con Oriente no es por la habilitación de siete extranjeros, sino por un supuesto certificado médico del jugador Erick Aparicio, con fecha posdatada, que según explica la dirigencia de Wilstermann ha sido por un error del médico, pero al final de cuentas es un error. Ahora esto es un problema serio para la Liga porque no tenemos con quién reemplazarlos de manera inmediata.

Bolívar hizo notar el error del fallo que origina la polémica. ¿Lo comparte usted?
M.M.: El Código de Penas de la Federación Boliviana de Fútbol en su artículo primero dice que debe llevar tres firmas, pero con votos afirmativos. A eso hizo referencia por ejemplo el doctor Zuleta, de Bolívar, cuando habla del fallo del Tribunal Superior de Disciplina Deportiva.

¿Y Cómo se resuelve el campeonato, tomando en cuenta que oriente da por hecho que suma los dos puntos en mesa?
M.M.: Si gana Bolívar el domingo ya no hay nada que hacer, pero de todas formas no se trata de esperar que gane Bolívar. Yo considero que hay que darle certidumbre a un campeonato porque no es correcto y me parece realmente terrible de que se haya tenido un fallo y quienes lo emitieron no hayan tenido el cuidado de hacerlo limpio; es decir, que no hayan tenido el cuidado de no equivocarse y cumpliendo las normas.

¿Tan confuso es?
M.M.: No es un fallo que deje tranquilo a todos. La verdad es que la gente que lo ha leído y que no tiene apego ni a Wilstermann, ni a Oriente, ni a Bolívar se ve sorprendida por cuanto considera que los del Tribunal son los que manejan las normas.

¿Por qué pasan estas cosas al final de los torneos?
M.M.: Ya había pasado mucho tiempo sin que ocurran. Es realmente penoso, no sé qué habrá pasado con el Tribunal de la Federación. Ahora hay que esperar que lo más pronto posible se solucione, aunque personalmente considero que se lo debe hacer en esta semana.

Entre tanto, estas polémicas han originado que pidan su destitución. Ocurrió con el presidente de bBooming y del que gerencia Bolívar...
M.M.: En primer lugar, Marcelo Claure no es dirigente del club Bolívar, sino el concesionario de esta entidad. El presidente es el señor Guido Loayza y es el que inclusive ha respaldado mi continuidad y no la propuesta que hizo Roberto Fernández, presidente de Blooming. En segundo lugar, y esto medio en chiste me lo dijeron cuando se dio el robo de una plata en Blooming, señalaron que menos mal que yo no estuve en Santa Cruz, sino me lo achacaban también el robo. Lo que pasa que ese es el problema de ser presidente de la Liga. No importa qué ocurra, siempre que dicen Liga la cabeza visible soy yo y eso lo he asumido perfectamente hace mucho tiempo.

¿Qué ha hecho para que diez de los doce clubes lo respalden?
M.M.: Ellos saben perfectamente lo que estamos haciendo en la Liga. Lamentablemente dirigentes de segundo o tercer rango y en muchos casos opinólogos consideran que el problema está en la cabeza de la Liga. No es así. Yo no voy a resolver el tema del fútbol solo. Yo más bien les digo a los opinólogos que por lo menos tengan la voluntad de mandarnos un proyecto y en estos diez años que llevo en la Liga no los he recibido.

Después de todo, ¿Que le dejan estos diez años de presidir la Liga?
M.M.: Me deja una experiencia muy grande en lo personal, aunque tiene sus cosas lindas y sus cosas muy amargas. Pero de lo que estoy seguro, amén de lo que pueda decir alguien, la Liga no es la misma bajo ningún punto de vista. Hemos cambiado administrativamente la Liga, pero a años luz de los que nos la habían entregado. Económicamente no es la misma porque la recibí quebrada y con un contrato de televisión que era de treinta mil dólares al año y cuando me vaya será de casi dos millones de dólares al año.

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