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lunes, 24 de junio de 2013

Confesiones del tesorero Romer Osuna

Cambio

Este miércoles cumplirá un año más de vida Romer Osuna, pero él dice con fino humor: “Será un año menos. A mi edad uno ya no suma, sino descuenta” (sonríe).

Es hombre de fútbol de muchos años y uno de los principales dirigentes de la Confederación Sudamericana de Fútbol, entidad que en los últimos años ha consolidado un fuerte poder en el fútbol mundial.

Él le otorga el mérito de este desarrollo a la gestión del paraguayo Nicolás Leoz en los 27 años que dirigió a la entidad, entre 1986 y 2013, pero siente también que su aporte como tesorero ha sido un granito de arena en los emprendimientos realizados.

“Leoz dejó un patrimonio y una organización deportiva con mucha proyección, y estamos seguros de que la presidencia de Euggenio Figueredo hoy va a poder satisfacer y cumplir con todas las exigencias y los programas que tiene la entidad hasta 2015”.

Afirma que lo que potenció la economía de la Conmebol “es el cambio de la tecnología, la televisión adquirió unos niveles de importancia gracias a las otras connotaciones que otorga el fútbol y sus competiciones”.

Pero destaca que el mérito está también “en haber sabido vislumbrar todo aquel cambio que se produjo en el mundo globalizado y aprovechar las circunstancias y las posibilidades que se vinieron brindando”.

La Conmebol tiene un gran patrimonio en infraestructura, “tiene una sede muy importante en Paraguay, pero las competiciones están también de igual manera consolidadas”.

“La Conmebol no tiene nada que envidiar a otras entidades afiliadas a la FIFA, conocemos que la UEFA maneja cifras diferentes a las nuestras, con muchos ceros por delante, pero futbolísticamente estamos equiparados, y las otras confederaciones no han conseguido todavía igualarse a la Conmebol”.

EL TESORERO

Romer Osuna funge como tesorero de la Conmebol desde 1986 (hace 27 años) y tiene la satisfacción de haber cumplido.

“No es que sea difícil ser tesorero porque dos más dos siempre es cuatro”, dice, pero reconoce que “el problema es que no todas las Asociaciones miembros o clubes que participan en los torneos de la Confederación tienen una holgura económica, siempre están afligidos y a partir de ahí se hace un poco complicado poder atender las necesidades o los requerimientos de las entidades afiliadas a la Conmebol, que hoy por hoy hacen la fortaleza de la institución”.

Su labor la compara con “un cajero de un banco, uno se acostumbra a administrar lo ajeno, no hay sensaciones extraordinarias. Lo importantes es que al final del día la caja cuadre y los números sean responsables”.

Admite que es indiferente que ingrese más o egrese menos, porque “cuando el dinero no es personal y más bien es institucional, esto no tiene mayor significación. Lo importante es que si entran 10 pesos uno pueda responder por esos 10”.

Cuenta que antes de que la Confederación tomara el control de los derechos económicos o los derechos comerciales de la televisión y publicidad, “éstos no tenían ningún significado”, algunos países con historia futbolística “podían negociar con plazas importantes, pero los demás o la mayoría no lo podían hacer”.

Sin embargo —agrega—, con el sistema actual se ha democratizado la distribución económica de los derechos de televisión y la publicidad. Ningún país recibe distinto a los demás, lo que hace la diferencia es la parte técnica, la competición. Algunos países tienen fortaleza para disputar competencias internacionales desde el inicio hasta las finales, otros no. Ahí está la diferencia”.

Osuna anticipa que “el año 2015 habrá un cambio generacional y a partir de ahí se dará otro estilo de conducir”.

No sabe si se quedarán o se irán los que están, porque recuerda que está hace casi 50 años en la dirigencia, y “muchas veces he dicho ‘me tengo que ir’, pero después hay cosas que influyen en las decisiones. Primero la responsabilidad; segundo la confianza de la gente, y tercero el cariño que uno le pone a las cosas”.


39 AÑOS lleva Romer Osuna en la dirigencia deportiva. Desde 1974 es parte de la Universidad de Santa Cruz. 27 años está al servicio de la Conmebol y la FIFA.


“No es que sea difícil ser el tesorero, porque dos más dos siempre es cuatro.

Romer Osuna / Tesorero de la Conmebol


Un vistazo al país

Romer Osuna no queda ajeno al momento crítico que atraviesa el fútbol boliviano, pero augura que esto mejore y cambie con el tiempo.

Dice que todo manejo económico de las Asociaciones es un tema privado.

Pero no se abstrae al momento que vive el fútbol boliviano, y opina: “Tengo entendido que la Federación viene arrastrando desde hace muchos años deudas impositivas que son las que le agobian. Pero creo que tiene la capacidad para encarar con firmeza esta situación. No es nada fácil pagar deudas atrasadas”.

Presiente que habrá en algún momento un blanqueo de todas las deudas y “se empezará de cero”.

Considera que el Gobierno debe formar parte del fútbol para salir adelante, como en otros países. “Es necesario que haya un esfuerzo mancomunado”.

El fútbol es una actividad privada y está sujeta a la voluntad de una serie de personas, pero “debería capitalizar el Estado, debería capitalizar ese esfuerzo y sumarse a la iniciativa. Hoy son dos entes separados que andan por líneas paralelas, pero en algún momento tienen que coincidir en el propósito”, manifestó.

Añadió que en la Conmebol “esta situación causa una preocupación porque el problema de uno es la preocupación de todos”.

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