El Deber
Sobre la corrupción se han contado mil y una historias. En nuestro medio muchas de ellas alcanzan el rango de cuentos clásicos y si fueran libros habrían ingresado en la línea de los Best Seller.
Se conoce que la venta de uniformes originales al mercado negro genera grandes dividendos. En su lugar se usan indumentarias confeccionadas a bajo costo, maquilladas con ayuda de la serigrafía.
La venta de las entradas de cortesía, en el vox populi (en latín significa voz del pueblo), es hasta motivo de bromas entre los mismos miembros de las más altas esferas.
Una de las maneras de cobrar lo adeudado es renunciar a un determinando monto. Así una planilla de $us 50.000 se cancela con $us 16.000 aunque las boletas se firman como si recibieran el monto total.
A la hora de pagar se estila firmar dos y hasta tres boletas del mismo monto. En el arqueo, los Bs 2.000, que en realidad se pagó, pasarán a ser Bs 6.000. La pregunta del millón: ¿Adónde van los Bs 4.000?
Otro modus operandi (manera de proceder) es inflar las cifras reales. So pretexto de comprar con factura un ítem de Bs 200 sin asco figura como si costara Bs 700. ¡Así de sencillo!
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