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viernes, 27 de marzo de 2015

Los campeones del 63 piden al país no olvidar jamás ese título



El próximo martes 31 se cumplirán 52 años de la obtención del único título internacional ganado por una selección boliviana de fútbol en el Campeonato Sudamericano de 1963 jugado en el país. Hace un par de años, los campeones fueron homenajeados por las Bodas de Oro de aquel logro. Hoy, mientras sigue pasando el tiempo, piden al país que no los olvide ni deje de recordar ese gran logro. Esa selección hoy en día ya está en la tercera edad. Algunos ya partieron. De los que viven, la mayoría están jubilados, algunos enfermos y son pocos los que aún cumplen alguna actividad laboral.

Víctor Agustín Ugarte —el mejor jugador de la historia del fútbol boliviano— falleció hace 20 años. También dejaron de existir Eduardo Espinoza, Máximo Alcócer, Antonio Aguirre, Max Ramírez, Mario Zabalaga y el entrenador Danilo Alvim.

Ramiro Blacut aún se dedica a enseñar en una escuela de fútbol que lleva su nombre y funciona en Irpavi, también dirige la escuela de la Asociación Obrera de Fútbol en Miraflores. “Luego de jugar al fútbol trabajé creo que 30 años como entrenador a nivel profesional, tanto en la selección como en los equipos de fútbol más importantes del país, pero ahora me toca hacer algo más liviano”, sostiene el expuntero, quien añade que sería una gran ingratitud no recordar el hito de 1963.

En Cochabamba, Renán López continúa en la actividad periodística dirigiendo su programa radial ‘Performance’, tanto en información diaria como relatando las jornadas de Liga y los cotejos internacionales. “Fui brevemente director técnico, pero luego con mi amigo Ramiro ‘Patato’ Méndez empecé en la actividad periodística en la que sigo desde hace 45 años”.

Édgar Quinteros trabaja en labores de auditoría junto con uno de sus hijos, pese a que ya se jubiló hace años de la función pública. “Esto del 63 no debemos olvidarlo nunca. Personalmente siempre agradezco a quienes nos recuerdan porque es la muestra de que los bolivianos podemos ganar en el fútbol y en la vida”.

Osvaldo Villarroel, también desde Cochabamba, cuenta que “gracias a Dios” aún está en actividad laboral y a veces hasta juega paleta y cree que es un bendecido por estar sano y desarrollando actividad normal pese a la edad que tiene. “Dicen que pueblo sin historia es como hombre sin memoria. Entonces es obligación de una sociedad recordar sus mejores conquistas. No importa que no acudan a nosotros, pero sí debe haber un lugar para lo que se hizo en marzo del 63”.

Gran parte de los jugadores campeones del Sudamericano dejó de trabajar, pero se mantiene en actividades particulares más ligeras, como es el caso del profesor Isaac Álvarez, uno de los ‘motores’ para reunir y articular a los seleccionados desde siempre. Él está muy apegado a las actividades en la Mutual de ExJugadores de La Paz.

“Ya estamos retirados hace años de varias actividades. La mayoría nos jubilamos de los trabajos que teníamos, porque antes no se podía vivir solo del fútbol. Muchos trabajaron en diversas entidades públicas y privadas como ministerios, YPFB, LAB, CBN y otros. Somos ya bastante grandes de edad y tenemos una actividad más tranquila”.

“Cómo podemos olvidarnos del único título internacional que tenemos a nivel de selecciones de fútbol. Mantengo contacto con algunos de los jugadores que están en La Paz, gran parte están retirados y algunos con cierto cuidado de salud. El mejor homenaje que podemos hacerles a esos hombres es recordarlos siempre cada año. Nuestros medios tienen la tarea de destacarlos año que pasa”, aseguró el periodista Mario Cucho Vargas, uno de los protagonistas directos de la conquista de ese campeonato junto con el ya fallecido periodista Lorenzo Carri.

Pensión vitalicia

Mensualidad

Los jugadores campeones reciben desde hace años una pensión mensual del Estado. El expresidente Víctor Paz Estenssoro tuvo la idea, pero la concretó Hugo Banzer. Actualmente se la paga a los jugadores con vida.

Con Gonzales

Según Wilfredo Camacho, sería bueno que José Alberto Gonzales, presidente del Senado, los reciba. Le quieren solicitar más apoyo, sobre todo en la atención médica.

Reuniones

Es poco probable que los campeones se reúnan en una cena o almuerzo en una sola ciudad como antes. En el pasado había reuniones en La Paz y Cochabamba.

Hijos, nietos y bisnietos

Una parte de los jugadores campeones de 1963 ya se retiró de toda actividad pública y privada, están jubilados de las empresas en la que trabajaban y hoy permanecen más tiempo con la familia, al lado de sus seres queridos, apoyando en labores y actividades del hogar a sus hijos, nietos y hasta bisnietos.

“La mayoría estamos con edad avanzada, algunos cuidando un poco más la salud. Yo mismo estoy en tratamiento y ya jubilado de toda actividad, al igual que la mayoría de esa selección. En todo caso siempre es un halago que se acuerden de nosotros. Fue una gran alegría el título que se consiguió. Ésa es una referencia para que los bolivianos sigamos adelante. Ojalá se consigan muchos otros de una buena vez”, dijo Hugo Palenque, otro campeón de 1963.

Contó que sabe que sus compañeros de equipo se dispersaron bastante, sobre todo luego de los homenajes que recibieron en 2013 cuando recordaron 50 años de la consagración.

Quienes descansan en sus hogares son por ejemplo el cochabambino Ausberto García, con alguna dolencia física, y Jesús Herbas, quien también goza de la calidez del valle. Fortunato Castillo está en Santa Cruz. Alberto Tórrez trabajaba hasta hace poco entre la capital oriental y Tarija.

En La Paz se encuentran el gran capitán de esa selección campeona, Wilfredo Camacho; Abdul Aramayo —muy delicado de salud—, Hugo Palenque, Roberto Cainzo, Arturo López, Eulogio Vargas y Carlos Cárdenas, algunos de ellos todavía se encuentran. Hasta hace unos años Aramayo trabajaba en las inferiores del Club Bolívar, luego fue retirado.


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