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jueves, 11 de junio de 2015

Así lo miran afuera El ‘loco’ Soria, el que debe reverdecer a la Verde


Mauricio Soria, dirigiendo a la Selección en Chile.

A Mauricio Soria lo tildan de perfeccionista, exigente, de ser un entrenador con mal carácter e incluso imprudente.

Él, simplemente se considera un conocedor del fútbol boliviano, “el mejor”, pues ha dirigido en cada región de ese país.

El ‘Loco’ Soria, como le apodan, es desde el 6 de enero de este año el encargado de hacer que la Verde reverdezca en el fútbol continental. ¿Si podrá hacerlo? eso nadie lo sabe, lo único que aseguran quienes lo conocen es que con él Bolivia es otro equipo.

Nacido en Cochabamba hace 49 años, ciudad de sus entrañas que lo vio debutar en 1983 como guardameta en el Aurora y retirarse también allí en 2005, apenas se marchó del fútbol boliviano en 1999 cuando se fue al Aucas ecuatoriano como jugador. Sabe ganar y por ello se considera un triunfador. Su palmarés lo respalda: Jugó en siete equipos de su país desde 1983 hasta que colgó sus guantes en 2005; ganó cinco campeonatos nacionales siendo guardameta del Bolívar (1994 y 1996), Wilstermann (2000) y The Strongest (Apertura 2003 y Clausura 2003).

Como entrenador ha sido tricampeón: en 2006, año de su debut en el banquillo, ganó el título con el Wilstermann; en 2007 llegó a lo más alto con el Real Potosí y en 2011 hizo lo mismo con The Strongest.

Dirigió a cuatro equipos antes de llegar a la Verde. Para su designación oficial en la selección de Bolivia influyó el 2-2 que como interino logró a domicilio el 14 de octubre de 2014 ante Chile, uno de sus rivales en el grupo A de la Copa América.

En las prácticas se le ve siempre gesticulando y dando instrucciones. Nunca está quieto y se ha quejado de falta de tiempo, de que no ha podido tener el suficiente para implantar su ‘chip’ en cada uno de sus jugadores.

Y conociendo el poco tiempo que tenía para esta Copa América y pensando en lo que viene, las eliminatorias del Mundial Rusia 2018, Soria lanzó un SOS al llamar a ‘soldados’ de todos los rincones del mundo: naturalizados o los que quieran hacerlo, hijos de nacionales viviendo en el extranjero, en fin, todo el que tenga nexos con Bolivia entra en su corazón y en su equipo.

Así llegaron el centrocampista ofensivo paraguayo-boliviano Pablo Escobar, el nacionalizado delantero argentino Damián Lizio y el volante Martin Smedberg-Dalence, hijo de un boliviano radicado en Suecia.

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