A partir de este año, la División Profesional del fútbol boliviano implementará nuevas medidas que buscan mejorar la regulación de los partidos y el trato hacia los jugadores. Basadas en las directrices de la International Football Association Board (IFAB), se aplicarán cuatro disposiciones clave relacionadas al arbitraje: la tarjeta de color para cambios por conmoción cerebral, un gesto por incidentes racistas, la creación de una zona de capitanes para acercarse a hablar con el árbitro, y la recuperación de tiempo perdido durante el encuentro.
Estas nuevas medidas serán abordadas por los árbitros bolivianos, quienes iniciarán su pretemporada el 22 de enero en La Paz. En total, serán 72 árbitros, distribuidos en tres categorías: 24 árbitros centrales, 24 asistentes y 24 árbitros de VAR, quienes estarán a cargo de aplicar las nuevas normativas durante la temporada 2025.
Tarjeta de color para conmoción cerebral
Una de las disposiciones más relevantes es la implementación de una tarjeta de color, verde o naranja, que se utilizará cuando un jugador sufra una conmoción cerebral. En marzo de 2024, la IFAB aprobó un protocolo para permitir una sustitución adicional en caso de conmoción cerebral, que no será contabilizada dentro de las sustituciones “normales” permitidas durante el partido. Esto permitirá que el jugador afectado sea reemplazado de forma permanente sin afectar las sustituciones ya planificadas. “Se produce una sustitución adicional permanente por conmoción cerebral cuando se sustituye a un jugador cuando se produce una conmoción cerebral o se sospeche que se ha producido y este no participa más en el partido”, especifica la IFAB.
Gesto universal por incidentes racistas
En cuanto a la lucha contra el racismo en el fútbol, la IFAB ha aprobado un protocolo para que los jugadores utilicen un gesto universal para denunciar insultos racistas. Este gesto consiste en cruzar los brazos a la altura de la muñeca. Si un jugador realiza este gesto, el árbitro principal deberá activar un procedimiento en tres niveles. El primer nivel implica la interrupción temporal del partido, y si los incidentes continúan, se suspenderá temporalmente el encuentro, haciendo que tanto los jugadores como los árbitros abandonen el campo de juego. En caso de que el racismo persista, el partido se suspenderá definitivamente.
Zona de capitanes para evitar intimidación
Otra medida importante es la creación de una “zona de capitanes”, cuyo objetivo es evitar que los jugadores rodeen y acosen al árbitro. Según la IFAB, las discrepancias con las decisiones de los árbitros a menudo impulsan a los jugadores a acercarse en grupo al árbitro, lo que genera situaciones de presión que afectan la imagen del fútbol. Esta medida pretende reducir esas actitudes, las cuales no solo son irrespetuosas, sino que también pueden resultar intimidantes para el árbitro y perjudiciales para el desarrollo del partido.
Recuperación del tiempo perdido
Finalmente, la nueva normativa también se refiere al tiempo perdido durante el partido. Según las sustituciones que se realicen y el tiempo que se pierda en el proceso de atención médica a los jugadores, el árbitro sumará el tiempo perdido y lo añadirá a la reposición al final del partido. Además, se establecerá un tiempo determinado para la entrada de los camilleros y médicos, en caso de que los jugadores necesiten atención médica urgente.
Con estas nuevas disposiciones, el fútbol boliviano busca ponerse al día con las mejores prácticas internacionales, mejorando la seguridad de los jugadores, combatiendo la discriminación y promoviendo un trato respetuoso hacia los árbitros. La implementación de estas medidas será clave para mejorar el desarrollo del fútbol en el país, con el objetivo de garantizar una competencia más justa y profesional.
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