Ante la supremacía de extranjeros en los banquillos de los clubes bolivianos, la Federación Boliviana de Entrenadores de Fútbol (FBEF) exigió a principios de año que los técnicos foráneos no superen en número a los nacionales en un mismo campeonato de la Liga, sin embargo, eso no se cumple en el presente Torneo Clausura
El Congreso Nacional Extraordinario de entrenadores, celebrado los primeros días de 2016 en La Paz, pidió a la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) cumplir algunas resoluciones, que aún no fueron tomadas en cuenta.
La FBEF exigió que, de la misma manera que la Liga permite la habilitación de sólo seis jugadores extranjeros por club, “se establezcan los mismos parámetros en la contratación de entrenadores, no permitiendo que los extranjeros en un mismo torneo superen el número de nacionales”.
Pese a ello, el Clausura comenzó con ocho extranjeros: los argentinos Rubén Insúa (Bolívar), Julio Zamora (Wilstermann), Carlos Leeb (Sport Boys) y Hernán Boyero (Blooming), los españoles Juan Márquez (Nacional Potosí) y Xabier Azkargorta (Oriente Petrolero), y el paraguayo Pablo Caballero (The Strongest).
Tras ocho fechas, pese a las salidas, este número no se movió. Los últimos en llegar fueron: los argentinos Julio César Toresani (Real Potosí), en lugar del argentino-boliviano Oscar Sanz, y Guillermo Hoyos (Oriente Petrolero), en reemplazo de Azkargorta.
Ante esta situación, los únicos nacionales en actividad son Mauricio Soria (The Strongest), Marcos Ferrufino (San José), Javier Vega (Universitario), Milton Maygua (Petrolero) y el naturalizado Víctor Hugo Andrada (Ciclón).
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