La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) se encuentra envuelta en un escándalo a raíz de las denuncias de corrupción que se atribuyen a odios personales y rivalidades entre dirigentes y exdirigentes, en busca de tener el poder.
En medio de esta coyuntura, se teme una intervención al fútbol nacional y su entidad representativa (la FBF), a través del Ministerio Público.
Y es que en el fútbol, coincidieron los exdirigentes consultados por este medio, priman los intereses económicos antes que los deportivos.
Ante esta situación y mientras los altos dirigentes se encuentran detenidos y bajo investigación, en la FBF, la Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB) y la Asociación Nacional de Fútbol (ANF), las tres cabezas visibles de este deporte solo se encuentran representantes interinos, sin capacidad de decisión en el aspecto deportivo y en el tema administrativo.
Esto evidencia que el fútbol se encuentra en su peor crisis y al haber tocado fondo se debe reflexionar sobre lo sucedido para empezar de cero, coinciden los entrevistados.
Sin embargo, esta situación ha derivado, advirtieron, en una búsqueda del poder y ambiciones personales. Prueba de ello es que “aprovechando la coyuntura” buscan lanzarse a la presidencia de la FBF, la LFPB y la ANF.
LA CRISIS
El fútbol nacional está regido por la FBF que tiene como miembros a la LFPB y la ANF. En esta estructura jerárquica, la primera que está en lo alto de la pirámide es la FBF. Más abajo y en igualdad de condiciones se encuentran la LFPB y la ANF. Todos son elegidos por un periodo de cuatro años.
La estructura es similar a la que tienen otros países, pero no sucede lo mismo al momento de la toma de decisiones.
Según el expresidente de la Liga Mauricio Méndez, al haber esta pirámide, existe un empate catastrófico entre la LFPB y la ANF que lleva a una dualidad de poderes y no se avanza hacia ningún lado. En base a la experiencia del exterior considera que la Liga debe tener la mayoría de votos.
“Esto sucede en administraciones más modernas, en las que ya no se tiene concentración de poder”, explicó.
Pero, en la FBF el control de todo lo tiene el Consejo Superior con su presidente, Carlos Chávez, que cuenta con el apoyo de la ANF. Se dice que a ellos los une el odio hacia la LFPB que se alimenta a través de una “guerra interna sucia”.
Esta división permite seguir generando rivalidades y mantener el poder en manos de pocos.
A esto se suma una crisis económica a raíz de las deudas asumidas por los clubes de la LFPB para sobresalir en los campeonatos con la contratación de jugadores.
EL CONTROL
Algunos dirigentes del fútbol coincidieron al señalar que muchas de las decisiones de la FBF se tomaban entre el presidente (Carlos Chávez) y el secretario ejecutivo (Alberto Lozada). Sucedió con la contratación del técnico de la Selección que recayó en Mauricio Soria.
Según el expresidente de la LFPB Fernando Humérez, en su gestión, desde principios del año pasado solo hubo una reunión del Comité Ejecutivo, en la que se dio a conocer de esta decisión.
“Había poca relación. Prácticamente nos mostraron el contrato firmado y eso fue todo”, manifestó.
Recordó que en su gestión, el contrato para los derechos de transmisión ya estaba consolidado hasta 2020 por el Comité Ejecutivo y era por un millón 800 mil dólares anuales que se cancelaba en cinco cuotas a los 12 clubes ligueros.
Méndez recordó que el poder que tuvo Chávez se debe a que la estructura de la FBF es eminentemente presidencialista.
“Han habido comisiones seleccionadoras, pero han sido un saludo a la bandera. La decisión final siempre ha estado en manos del presidente de la Federación”, sostuvo.
A su turno, el titular del Comité Técnico de la FBF, Wilge Lizarazu, recordó que pese a que la sede está en Cochabamba las reuniones del Comité Ejecutivo se realizaban en Santa Cruz.
REACCIONES
Para el presidente de la ANF, Rolando Aramayo, las denuncias de corrupción en contra de los dirigentes de la FBF afectan la institucionalidad y muestran la persecución que existe hacia algunos de ellos.
Recordó que la FBF es un ente autónomo de derecho privado que debe analizar su situación entre sus miembros y afiliados, como también aplicar las sanciones que correspondan.
“Lo que está sucediendo ahora con estas denuncias es un desconocimiento de las normas de la Federación y los odios personales o vendettas que podrían haber y afectan la institucionalidad”, indicó.
El artículo 8 del estatuto orgánico de la FBF establece en su inciso i) que cualquier controversia o disputa deberá ser sometida ante las instancias jurisdiccionales deportivas de la FBF, Conmebol y FIFA, según corresponda.
“Queda terminantemente prohibido recurrir a la justicia ordinaria”, señala.
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