El Deber
La victoria no admitió discusión por la dinámica que imprimió Bolivia durante casi todo el partido, jugando en la altura paceña. Pero además hubo tres aspectos que resultaron fundamentales y que jugaron a nuestro favor. 1) Que Platiní Sánchez introdujo desde el comienzo a seis jugadores habituados a los 3.600 metros de La Paz, a diferencia del primer partido en el que sólo estuvieron dos y en el que parecimos más visitante que el rival. 2) El desgaste paraguayo fue evidente luego de jugar con Brasil y de sentir desde el comienzo los efectos de la altura, porque no realizaron trabajo previo de adaptación. 3) Y por último, que se supo aprovechar al máximo los gruesos yerros del arquero visitante, Aldo Bobadilla.
Bolivia fue siempre más porque el equipo corrió, ya que a los seis ‘aclimatados’ que viven y juegan en La Paz se sumaron Luis Gutiérrez y Joselito Vaca, que casi siempre responden a plenitud en el Hernando Siles. Los paraguayos parecían estacas, no lograban hacer los relevos y mucho menos salir desde atrás con claridad. “Jamás nos logramos acomodar; la victoria de Bolivia no admitió discusión”, dijo el ‘Tata’ Martino, técnico de la albirroja, que lamentó que las piernas les pesaran a sus dirigidos. Fue evidente que jugadores como Morel Rodríguez o Salvador Cabañas no fueron tan punzantes como en otros partidos. El desgaste contra Brasil y la altura les pasó la factura.
Por otra parte, Sánchez tuvo la virtud de mandar a la cancha desde el inicio a Joselito Vaca y Didí Torrico. Con los paraguayos estáticos, faltos de reacción y desconcertados por las permanentes arremetidas de Gatty Ribeiro y Joaquín Botero, los dos volantes hicieron su juego, manejaron a su antojo la pelota y fueron bien respaldados desde atrás -mientras estuvo en cancha- por Ronald García, que marcó un golazo (el 2-0 parcial) pero que después, por un golpe, le dejó su lugar a Ronald Gutiérrez. La superioridad era evidente y además se loa aprovechó al máximo cuando el meta Aldo Bobadilla hizo rebotar los disparos o no estuvo en su lugar a la hora de los remates. Los goles llegaron gracias a ese oportunismo.
“No hay pretexto”, dijo Martino, aunque después aclaro que si Roque Santa Cruz no jugó desde el comienzo fue porque la altura le afecta. Fue otro aspecto a favor nuestro y en contra de la selección que hasta ayer había demostrado el mejor fútbol de las 10 selecciones de Sudamérica.
La figura
Botero fue clave por sus goles. Apareció cuando Bolivia más lo necesitaba. Otro que se destacó fue Vaca.
Los técnicos
“En la selección no hay titulares ni suplentes y quedó demostrado. Resalta la actitud y la efectividad que hubo”
Erwin Sánchez / Bolivia
“No hay discusión, Bolivia nos ganó bien. Cuando quisimos remontar, nos golpearon una y otra vez”
Gerardo Martino / Paraguay
El ojo crítico
Caído del cielo
Didí Torrico / Volante
Debutó con mucha solvencia
Fue el primer partido de Didí Torrico con la camiseta de la selección y respondió a cabalidad. Gravitó bastante por izquierda e hizo bien la diagonal cuando tuvo espacio. El volante de La Paz F.C. le dedicó la victoria a sus familiares en España.
El duro
Paulo Da Silva / Defensor
Golpeó fuerte a García y Martins
En más de una ocasión marcó con mala intención a ‘Nacho’ García, hasta que logró dejarlo en el piso. Por el golpe en su rodilla el volante tuvo que salir. Después se las agarró con Martins, pero el juez ni siquiera lo amonestó.
Premio limón
Aldo Bobadilla / Arquero
Paraguayo con manos de trapo
Fue pobre la producción del arquero paraguayo Aldo Bobadilla. Reemplazó al lesionado Justo Villar, pero no cumplió con las expectativas. Fue uno de los más criticados por la prensa de su país. Tuvo mucho que ver en el tercer gol.
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