Buscador

viernes, 9 de agosto de 2013

El paro que dejó al país sin fútbol

La Razon



Hace 20 años, la Liga atravesaba por la que se puede considerar su etapa más dura: una huelga de los jugadores de esa época dejó al país sin fútbol liguero durante nueve meses, lapso en el que muchos de los futbolistas se quedaron sin trabajo, debido a que los dirigentes de entonces no pudieron hallar una solución al conflicto, lo que al mismo tiempo benefició a la selección nacional para que pudiera trabajar sin trabas y lograra aquella histórica clasificación a la Copa del Mundo de Estados Unidos ‘94.

Mientras cada año se recuerda aquel hito deportivo, también ha pasado a segundo plano y al olvido el problema, que dejó sin trabajo a la mayoría de los futbolistas. “Es un capítulo que tuvo un inicio infeliz, pero que terminó con un final feliz”, graficó Wálter Kreidler, presidente de la Liga en aquel entonces.

El cruceño Limbert Cabrera Rivero presidía la Federación Sindical de Futbolistas Profesionales de Bolivia, entidad que recién en 1994 fue reconocida como legal, después de haber obtenido su personería jurídica.

El ahora odontólogo hace memoria y cita dos causas relevantes que llevaron a los jugadores a asumir medidas de presión: primero, que “eran tratados como esclavos y no tenían adónde acudir para presentar sus reclamos”; y, segundo, “el incumplimiento de la dirigencia en materia contraactual con los futbolistas”.

El objetivo era conseguir que el Gobierno de Jaime Paz Zamora aprobara el estatuto del futbolista, lo que finalmente no ocurrió.

“Quienes suspendieron el campeonato fueron los dirigentes. La pregunta de por qué no hubo fútbol por seis meses en Bolivia se la tienen que trasladar a ellos. Se hizo un reclamo porque los clubes mal llamados profesionales no estaban cumpliendo con su responsabilidad, había jugadores que estaban de tres a cuatro meses impagos, la situación era intolerable y reclamaban algo justo. Si uno trabaja le tienen que pagar”, dice hoy Cabrera.

Desde el punto de vista de la agremiación, fue Kreidler quien convenció a los dirigentes de ir por el camino más fácil y “suspendió el torneo de forma arbitraria y abusiva. Según ellos, iban a apagar el incendio que se había producido. Fue un acto de mala fe porque dejó a mucha gente sin trabajo, pero fue un gran beneficio para la selección nacional, al menos eso creo yo. Bolivia se clasificó al Mundial de Estados Unidos en un episodio que no volverá a ocurrir en muchos años”.

Kreidler calificó como una intransigencia de parte de la agremiación de jugadores el poner plazos límite, de una semana, para la solución a sus demandas y “ante la situación dramática” a los clubes no les tocó otra que suspender el torneo y declarar el ‘lock out’, que es la paralización total de las actividades por decisión de sus dirigentes”.

Recordó que el fixture del certamen estaba definido, pero cuando algunos equipos se presentaron a jugar la primera jornada recibieron la instructiva de su agremiación de iniciar los partidos. Esa actitud fue “poco seria ante la afición”.

“Nos sentamos a dialogar, los jugadores se comprometieron a redactar un Estuto para solucionar los problemas de fondo. Esa petición no estaba en manos de la dirigencia deportiva. Era un planteamiento para crear un régimen especial de la ley laboral y con un tratamiento deportivo como lo marca ahora la FIFA”.

Según Kreidler, “esa vez los clubes tenían como único ingreso la taquilla, por tanto, a comienzo de temporada sus arcas estaban vacías. No había dinero producto de los derechos de televisión, los aportes salían del bolsillo de los propios dirigentes. Por eso es que se decidió ir por la suspensión”.

Guido Loayza, presidente en esa época de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), no quiso opinar sobre el tema a pesar de comprometerse a responder un cuestionario.

‘Los dirigentes nos mintieron’

Con la mediación de la Secretaría General del Deporte, jugadores y dirigentes del fútbol se comprometieron a poner en vigencia un Estatuto del futbolista, con derechos y obligaciones para todas las partes. Cabrera cuenta que los directivos dieron marcha atrás apoyados en la campaña que realizaba la selección en la eliminatoria y dieron por culminadas las negociaciones, así que no le quedó otra que tocar las puertas de Palacio.

“Los dirigentes mintieron, se sintieron poderosos y traicionaron lo que dijeron. Como no había otra medida de presión, escogieron el momento preciso para decirnos que no querían el Estatuto”.

La agremiación no se rindió y fue hasta el Ministerio de Trabajo, donde logró incorporar a los jugadores a la Ley General del Trabajo. “Busqué un camino dentro de la legalidad, que la actual agremiación no ha podido conservar porque ahora acuden al Tribunal de Resolución de Disputas de la Federación Boliviana de Fútbol”.

Milton Melgar, actual secretario general de Fabol, formó parte de la selección que fue al Mundial de Estados Unidos. Admite que no se puede esconder que el paro ayudó a llegar a Estados Unidos ‘94. Sin embargo, no fue lo único y absoluto. Desde su punto de vista, también hay que destacar la buena planificación que hizo la dirigencia de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), presidida por Guido Loayza para que la selección trabaje.

“Se conformó un muy buen cuerpo técnico, tampoco hay que poner a un lado el grupo de jugadores y la capacidad de cada uno. Hubo constancia en todos los aspectos porque Bolivia nunca tuvo una preparación como en esa época”, dice Melgar.

Según él, deben ponerse “en la misma bolsa todos los detalles que ayudaron a que Bolivia inscribiera su nombre en un mundial”. “Si el paro ayudó, hay que decir que otras cosas también ayudaron”.

En 1993 era jugador y no estaba en función sindical, por eso pide que la pregunta de por qué muchos jugadores quedaron sin trabajo y sólo los convocados a la selección cobraban mensualmente un sueldo se la traslade al entonces presidente de Fabol. “Él fue el responsable de todo esa vez. Si ahora pasa que alguien no cobra, yo voy a responder porque soy quien encabeza el gremio de los futbolistas en el país”.

FACRUZ y FALP dieron vida a Fabol

El inicio

Futbolistas Agremiados de Santa Cruz (Facruz) se creó en 1984 con asesoramiento de la agremiación de Argentina. En 1987 nació FALP (La Paz). Las dos dieron vida a la Federación Sindical de Futbolistas Profesionales de Bolivia, que después pasó a su nombre actual: Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol).

Ley del trabajo

Con Limbert Cabrera como presidente de la agremiación, los futbolistas hicieron las gestiones ante el Gobierno para ser incorporados a la Ley General del Trabajo durante la presidencia de Jaime Paz Zamora, en 1993.

El estatuto

Después de una amenaza de los jugadores de la selección con no presentarse a jugar un partido de eliminatorias para Alemania 2006, contra Perú, el gobierno de Carlos Mesa incorporó el Estatuto del Futbolista a la Ley del Deporte. También fue creado el Tribunal de Resolución de Disputas para resolver controversias.

La opinión de:

L. Cabrera: ‘Los clubes no cumplieron’

“Se hizo un reclamo porque los clubes mal llamados profesionales no estaban cumpliendo con su responsabilidad, había jugadores que estaban entre tres y cuatro meses impagos. La situación se hizo intolerable y empezamos a reclamar algo que consideramos justo. Si uno trabaja le tienen que pagar. La decisión de que no haya fútbol fue de los clubes”.

M. Melgar: ‘Otras cosas ayudaron’

“Si el paro ayudó para que Bolivia se clasifique al Mundial es cierto, está bien; pero hay otras cosas que también ayudaron como el buen momento de los futbolistas convocados, el cuerpo técnico que se formó, la buena planificación de los dirigentes para que como nunca antes Bolivia jugara partidos internacionales en condición de visitante”.

W. Kreidler: ‘Hubo mucha intransigencia’

“Hubo una intransigencia de parte de la agremiación de futbolistas que nos dio plazo de una semana para solucionar una petición que no era de competencia de la dirigencia, como es la de elevar a rango de Ley el Estatuto del futbolista. Ante la dramática situación, los clubes decidieron aplicar el ‘lock out’ y se suspendió el torneo que no se había iniciado”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario