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lunes, 25 de junio de 2012

Las banderas de las barras significan dinero, orgullo y protección para los hinchas del fútbol

El Deber

Un amor excéntrico es el que los aficionados de Blooming y Oriente demuestran por sus banderas o trapos, como se conoce en la jerga popular. Detrás de esos gigantescos telones, que juntos cubren más de la mitad de las graderías del Tahuichi, existe mucha pasión, protección, dinero invertido y orgullo. La presentación de estos se ha convertido en un duelo extra de la barras archirrivales y la medida exacta para demostrar cuanto quieren a su equipo.
A cinco días del primer superclásico por la Copa Cine Center 2012, los trapos están listos para volver al estadio, luego de haber recibido un trato como objeto preciado. Siempre existieron las banderas, una más grande que otra; algunas con dedicatorias y otras con leyendas creativas, pero los telones gigantes se han puesto de moda hace poco.
Los que tomaron la iniciativa (2011) fueron Los Chiflados, de Blooming, que maduraron la idea, reunieron el dinero y se pusieron manos a la obra cuidando celosamente que sea un secreto. La tarea fue dura, pues compraron rollos de tela, alquilaron un galpón y buscaron un grupo de confeccionistas que se anime a realizar la obra. “Trabajaron más de 15 personas durante varias semanas. Logramos una bandera de 115x25 metros, que costó unos Bs 47.000”, afirmó Carlos Rejas, líder de Los Chiflados.
Todo estaba saliendo como estaba planificado para sorprender en un clásico, hasta que la información se filtró y llegó a oídos de La Pesada, de Oriente. “Nos enteramos que nuestros rivales estaban sacando otro trapito medio grandecito, por eso nos movimos para hacer el nuestro”, aseguró Ángel Pérez, cabeza de la barra brava albiverde. Como quedaba poco tiempo para el partido y no lograron reunir todo el dinero (Bs 46.000) decidieron poner en prenda el vehículo de uno de los miembros de La Pesada. De esa forma, pusieron a trabajar a 20 costureros y contrataron al dibujante Soverón para lograr el trapo, de 150x40 metros, en un tiempo récord de 9 días.
En el Tahuichi ambos telones se lucieron y contagiaron de emoción al resto del público, pero también se declaró la ‘guerra’ por teñir más espacio de las graderías. “Decidimos hacer otra de 170x35, para tapar absolutamente toda nuestra curva. Esa bandera costó Bs 100.000”, acotó Carlos Rejas. “Una bandera no alcanza para tanto amor, es lo que pensamos y volvimos a reunir dinero y a trabajar”, dijo el líder celeste. “Fue difícil encontrar una persona que traslade su taller al galpón que alquilamos y trabaje día y noche. Esa bandera tiene doble costura y es de una tela más resistente”, acotó.
Con la misma mentalidad de imponer el color bluminista, Platea Celeste, un grupo de aficionados organizados que se reúne en preferencia (al lado de la curva de Blooming), también apostó por hacer su telón gigante, de 55x24 metros. “Coordinamos con Los Chiflados y ahora cubrimos toda la curva y la mitad de la preferencia de color celeste. En la nuestra dice: ‘Nací para amarte, vivo para alentarte’, eso resume nuestro sentimiento”, contó Juan Pablo Melgar, líder de Platea Celeste.
Estos telones son más que muchos metros de tela, son un sentimiento para sus dueños, ya que los guardan con recelo. En el caso de los orientistas, tienen un solo lugar, que es vigilado todo el tiempo, para evitar un robo. Mientras que los celestes cambian de lugar periódicamente. Para trasladar los trapos al estadio se requiere de al menos 100 personas, que forman una especie de víbora, que llega paralizando el tráfico vehicular.
“Te pueden insultar, corretear y golpear, pero nunca deben quitarte un telón. Son una especie de trofeo de guerra, si llegan a arrebatártelo, tus rivales lo lucirán en su curva como signo de victoria”, aseguró un hincha que pidió la reserva de su nombre. Este sábado volverán a ser expuestas como parte del folclore de las barras.

Con dinero de los hinchas
Los telones gigantes que lucirán este sábado las barras de Blooming y Oriente, fueron financiados íntegramente por su gente. Los altos costos fueron cubiertos con dinero reunido por aportes, rifas y donaciones, las dirigencias nada tienen que ver.
“Es completamente un esfuerzo de los hinchas. Los dirigentes no aportaron nada”, aseguró Juan Pablo Melgar, líder de Platea Celeste, como repitiendo la afirmación del líder de Los Chiflados, Carlos Rejas, y el de La Pesada, ‘Chichi’ Pérez.
Los tres grupos recurrieron a la tradicional ‘vaquita’ de diferentes montos, de acuerdo a la capacidad del aportante. Solo Los Chiflados tuvieron que recurrir a vender las entradas que les daba el club para completar el monto y La Pesada se vio obligado a empeñar un vehículo.

Un Tratamiento especial

Muy resistente. Para confeccionar una bandera gigante, buscaron una tela con cierta elasticidad y resistente. Se hizo doble costura en las uniones.

Pintado. Para estampar leyendas y escudos se usó miles de litros de pintura. Primero se pasa una base blanca y luego se da color.
Aire y ventilación. Para que no se arruinen, son mantenidas en cuartos con ventiladores y aire acondicionado. Los de Oriente la asientan sobre un piso falso de madera; los de
Blooming la cuelgan, para que no toque el piso. A veces las sacan a una quinta o al estadio, para que se ventilen.

Llega y se va escoltada. Más de 100 personas la trasladan, por el peso y para darle seguridad.

No al fuego. En el estadio la cuidan de los petardos.

Doblado especial. Un día antes deben extenderla y doblarla, para abrirla fácilmenten en el estadio.

Platea Celeste crece
Platea Celeste es un grupo de hinchas atípico, porque se reúnen en el sector de preferencia, donde los asistentes son más recatados, pero alientan a Blooming como la barra brava. Han conseguido distinguirse por ser organizados y mostrarse uniformados; y ahora se destacan con un gigantesco telón.
El pasado 20 de mayo este grupo cumplió un año de creación y lo celebró con la presentación de su telón gigante. “Al principio éramos 10 amigos y ahora el grupo es de 70 personas. Cuando les propuse hacer una gran bandera me dijeron que estaba loco, pero terminaron apoyándome”, aseguró Juan pablo Melgar, líder de Platea Celeste.
Este grupo se reúne periódicamente y creó una polera distintiva, que solo pueden lucirla ellos. “Ya tenemos lista la chamarra, que vamos a estrenar el sábado”, aseguró Melgar.
Se comunican por medio de una red del Blackberry Messenger y realizan aportes para cada partido de acuerdo al recibimiento para el equipo que planifiquen (unos Bs 150). La mayoría de sus integrantes son profesionales y se calcula que 20 de ellos oscilan entre los 13 y 17 años y los otros cincuenta están entre los 20 y 30 años.

Dato

Dicen que los trapos guardan historia. No se lavan. Mientras más viejos y sucios, mejor.

El proceso de elaboración

El telón de Platea Celeste fue elaborado en mayo y puso a trabajar a más de 30 personas en total. Se alquiló un galpón, en una zona alejada, para unir la tela y poder pintarla. Se trabajó en secreto

El proceso del pintado se inicia realizando la silueta del gráfico con lápiz y cotejando medidas exactas . Se continúa con una pasada de pintura blanca, que sirve como base para luego pintar con otros colores.

El trabajo de pintado se realizó durante varias semanas de largas horas. Casi todos los días, los pintores se quedaban a almorzar en el lugar y se iban en las últimas horas de la noche.

El doblado de las banderas es otra acción clave, pues solo de esa forma se garantiza su despliegue rápido y ordenado de las mismas en el estadio. Los hinchas deben realizar este trabajo un día antes del partido.

De acuerdo con el largo de la bandera se requiere de unas 50 o 100 personas para trasladarla. Es inevitable perjudicar el tráfico vehicular.

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